Algunos lo acusan de ser una muestra de banalidad. Un desperdicio de recursos. Un motivo para vanagloriarse. Sin embargo y muy a pesar de muchos esta obra será un regalo para muchas conciencias. ¿De que nos sirve andar por el mundo ayudando perritos si tanta gente pasa su vida entera sin mirarlos siquiera?
En este mundo es necesario el reconocimiento público. Sin un monumento a la revolución, sin una calle con ese nombre muchos (por desgracia) la habrían borrado de sus archivos personales, sin un monumento a la independencia a la raza y a la madre.
Es cierto, el carácter efímero de un trozo de materia prima con forma de algo no significa nada sin un fondo construido por o de un alma humana o animal en este caso.
Sin un monumento al perro callejero, éstos seguirán vagando por las calles sucias de nuestra ciudad completamente desapercibidos y nosotros seguiremos gritando su desgracia sin ser escuchados.
Con esa forma de una criatura aparentemente derrotada, cabizbaja, hambreada sobre la avenida de los insurgentes quizá alguna de esas personas que nunca en su vida lo hubiesen pensado diga un día...-¿cómo no me había percatado de ellos antes? ¿cómo pude ser tan ciego? ¿y tan frío?- y entonces comience a mirar hacia abajo buscando calor de vida, calor de agradecimeinto.
Este domingo 20 de julio es el gran día.
La inauguración del monumento al perro callejero será un gran acontecimiento. Protectores independientes y dependientes estaremos presenciando este bello develamiento, este bello momento de logro a lo que enregamos nuestras vidas y corazones.
NO FALTEMOS DOMINGO 20 DE JULIO A LAS 12:00 AM EN INSURGENTES Y CALLE DE MONEDA ESTACIÓN METROBUS AYUNAMIENTO.
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