Entender a tu perro

Que increíble que la gente que tiene perros le tema a los perros.
Eso nos habla de varias cosas: del poco tiempo que uno pasa con ellos o de lo poco observadores que somos los humanos.
Además de leer sobre etología lo que sé de perros lo he deducido yo misma a través de la observación.
El ladrido de tu perro no siempre es el mismo. No es lo mismo un ladrido de furia en el caso de haber descubierto una rata en el jardín, que el de advertencia a un extraño que se acerca al auto, que el ladrido de miedo ante un perro grande y desconocido que se acerca lento con la cola y las orejas en alto, ni el ladrido de llanto o súplica de cuando no lo has fumado en dos días de extenuante trabajo.
Me parece extraño que la gente que tenga perros les tema a los perros.
Una de las características de las razas gigantes llamadas también molosos es que son perros muy tranquilos muchas veces “indoors dogs” o perros de interior.
El gran danés por ejemplo es un moloso amante de los sillones, las largas siestas y los paseos en auto.
Los dueños de éste tipo de perros sabemos que con una caminata de 30 minutos y un gran sillón es suficiente para mantenerlos felices.
Cuando las saco a caminar me siento como en una película de Godzila.
La gente corre a abrazar a sus hijos, se bajan de la banqueta y cruzan a la acera de enfrente, algunos gritan –¡No te muevas allí viene un perro!-, otros corren, y algunos me insultan.
Si supieran que mis perras de agresivas no tienen ni un colmillo y que lo más grande en ellas además del tamaño es el corazón...
-El parque es para la gente no para tus perros- me han dicho en dos ocasiones.
Ahora entiendo, el parque no es para estos animales pero las azoteas y los patios de lavado si.
Ay hombres...

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